Antes de empezar con la crítica, me gustaría decir que en mi opinión, es una película algo lenta. Con esto no quiero decir que sea mejor o peor, simplemente que, es un tipo de películas, que por lo general a la gente de mi edad, les suele aburrir porque no es el tipo de películas que estamos acostumbrados a ver.
Para empezar, me encantaría hablar de la fotografía, fue sin duda, una de las partes que más me gustó, dado que en la película hay gran cantidad de planos generales y aéreos que son preciosos de ver y que proporcionan una gran belleza a la película y que incluso hacen que el pueblo donde se desarrolla la película (un sitio oscuro y cerrado, prácticamente abandonado) sea todo lo contrario, que incluso en algunos momentos, de sensación de libertad. El otro tipo de planos más usados son los primeros planos y si me leéis desde hace tiempo, sabréis que yo soy muy fan de este tipo de planos, dado que en mi opinión, te permiten ver por lo que está pasando el actor o actriz, de manera mucho más clara de la que se podría ver en otro tipo de plano.
Sobre el argumento, me gusta la delicadeza con la que han tratado el tema de "los vuelos de la muerte" ya que, aunque es uno de los hilos argumentales de la película (el personaje de Ricardo Darín es un expiloto de estos vuelos y llega al pueblo tras abandonar este servicio) no está presente de manera muy explícita, sino que se va reconstruyendo la historia a lo largo de la película, lo que permite que se generen otras tramas paralelas.
En cuanto al reparto, como he mencionado al principio, me parece un reparto asombroso. Empezando por Ricardo Darín, que todo el mundo sabe de sobra lo buen actor que es y en esta ocasión, en mi opinión, se vuelve a superar. Sinceramente, pienso que hacer un papel en una película que tiene alguna vinculación con una dictadura, me parece muy complejo y pienso que Darín aquí lo borda. A Óscar Martinez yo no lo había visto nunca (no suelo ver mucho cine argentino) pero la verdad es que me ha encantado. El papel del comisario, que sabes que no es trigo limpio, pero que tampoco sabes cuales son sus intenciones y si lo hace para protegerse o para hacer daño. Este personaje me despertó muchas cosas y muchas sensaciones. Por último, Inma Cuesta, que quienes me leéis hace tiempo, sabréis lo que opino de ella, otra vez se ha vuelto a superar. No sólo hace otra interpretación brillante, de una mujer comprimida y maltratada que necesita huir de ahí, sino que para más mérito, consigue hacerlo con un acento que no es el suyo, en un implacable argentino.
Película dura, lenta, pero con un toque de los antiguos westerns americanos para aquellos que disfrutan con las tramas bélicas y los thrillers policíacos. Para gente de mi edad (18/19 años) en mi opinión, si os gusta el cine distinto, no comercial, algo más allá que las películas americanas, os gustará. Si no estáis acostumbrados a ver un tipo de cine que no sea comercial, se os hará pesada.
Nota: 8
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